A propósito de que el dia 30 de este mes se cumplen 117 años de la aún misteriosa muerte del archiduque Rodolfo, heredero al trono austrohúngaro me llama la atención la serie de desdichados hechos que tuvieron como blanco a la familia del emperador Francisco José de Habsburgo.Francisco José puede considerarse una de las figuras más trágicas de las monarquías que cayeron (“La Caída de las Aguilas”) como consecuencia de la Primera Guerra Mundial. Su vida estuvo marcada por una estela de muertes que afectaron a su vida personal y a su familia directamente.
Primeramente a su hermano Maximiliano efímero Emperador de México que fue ejecutado en el Cerro de las Campanas de la ciudad de Querétaro el 19 de junio de 1867.
Carlota de Bélgica a la que meses más tarde se le notificó su muerte, aquejada de una enfermedad mental, tampoco se libró de esa estela de desgracias, después de la muerte de su marido, pasó el resto de su vida recluida en diversos castillos; moriría 60 años después, el 19 de enero de 1927 víctima de pulmonía.
El hijo de Francisco José y Elisabeth (Sissi) y heredero al trono del imperio Rodolfo, fue hallado muerto el 30 de enero de 1889 en su dormitorio del pabellón de caza de Mayerling con un tiro en la cabeza. Junto a él sobre la cama el cuerpo también sin vida de su amante, la joven baronesa María Vetsera. Las circunstancias de la muerte nunca han sido aclaradas totalmente y las teorías giran en torno al suicidio o asesinato producto de un complot.
Nueve años después el destino le arrebataría a su queridísima esposa. En la mañana del 10 de septiembre de 1.898 a orillas del lago Quai de Mont-Blanc un anarquista llamado Luigi Lucheni apuñaló con un estilete a la emperatriz. El embarcadero para subir al barco hacia Montreaux estaba lleno de gente, cuando de repente un hombre chocó con la emperatriz y ella cayó al suelo. La emperatriz incorporó y tranquilizó a sus acompañantes de que todo estaba bien y no había pasado nada y subió al barco. Caminó exactamente ciento veinte pasos por el embarcadero, subió la escalerilla del vapor y al llegar a cubierta se volvió hacia su dama de honor, su rostro estaba pálido. El barco zarpó, en ese momento la emperatriz perdió las fuerzas y cayo suavemente al suelo. Ante la proposición del capitán de desembarcarla, ella le insistió que sólo era un desmayo por el susto sufrido. Sin embargo poco después un dolor en el pecho le hizo quejarse, le desabrocharon el corpiño y es entonces cuando apareció una pequeña mancha de sangre del tamaño de una pequeña moneda, situada justo encima del pecho izquierdo. Desembarcada de inmediato moriría una hora después en un hotel.
Así terminaba la vida de la que fue el alma gemela de otro desdichado, su primo Luis II de Baviera, muerto en extrañas circunstancias en las orillas del lago Starnberg. Tanto Elisabeth como Luis pertenecían a la familia de los Wittelsbach, reinante en Baviera, la historia de estas y otras personas pertenecientes a esa familia también merece en otra ocasión algunos comentarios muy interesantes.
Finalmente el heredero al trono Francisco Fernando junto con su esposa fue asesinado el 28 de junio de 1914 por un activista serbio, Princip, durante su visita a la ciudad de Sarajevo, hecho que provoco el estallido de lo que los anglosajones llaman Great War, la Primera Guerra Mundial.
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